Las pinturas de Mireya Robles
Anna Diegel

“Dejo de sentirme sola cuando creo, cuando escribo,'' ha dicho Mireya Robles. Mireya Robles es conocida como escritora, autora de poemas y de narraciones cortas, y de tres novelas publicadas entre 1985 y 2004. Además, al principio de su carrera literaria, Robles se dedicó a la pintura, brevemente, pero con apasionada intensidad. Las fotografías que siguen son el testimonio de su actividad creadora pictórica de aquel tiempo, principalmente entre 1961 y 1964, aunque algunos cuadros se fechan más tarde. Estas pinturas que constituyen una obra insólita, uniforme en su contenido temático y en su estilo, están basadas en una vida interior profunda. Recuerdan, en cierto modo, la obra de la artista sudafricana Helen Martins, quien construyó en su casa y en su patio un mundo imaginario de estatuas míticas, desde una aldea aislada en el desierto del Karoo, rodeada no sólo por la indiferencia, sino a veces por el desprecio de sus conciudadanos. Como Helen Martins, con la cual sintió una inmediata afinidad cuando la descubrió años más tarde, Mireya Robles creó su arte desde un desbordamiento interior, para conjurar la soledad y la tristeza, con poca esperanza de resonancia en los demás. “Hago rombos de colores para ciegos/ sólo hablo a los que no pueden oírme / todos se acercan cuando estoy dormida” escribía Robles en un poema de 1973 (1). Podemos esperar que el arte de Mireya Robles, como el de Helen, cuya casa con sus extrañas estatuas, después de muchos años de olvido, se ha convertido en un museo cultural sudafricano, se dé a conocer y llegue a conmover a los que se le acerquen.

La temática de la obra pictórica de Mireya Robles se relaciona con la de su obra literaria. En esa obra, sea poesía, narración corta o novela, el personaje central padece de “mal de vivre”, un desajuste con la vida que lo obliga a buscar escapatorias fuera de la rutina diaria, en la imaginación o en la creación artística. En la novela de Robles Una mujer y otras cuatro, la protagonista se refugia en los sueños – una hermosa casa entrevista desde la ventanilla de un autobús le sirve de escenario imaginario para la visión de una vida idílica con el ser amado. Narcisa, el personaje central de la novela Hagiografía de Narcisa la bella, edifica mágicas chimeneas de ladrillos, chimeneas por donde «saldrá el aire viciado que nos asfixia» (2). (En la pintura de Robles figuran muchos edificios, algunos simbolizando encierro, como «Trecho con edificios», pero también una posibilidad de libertad, como las torres de « Volando hacia el cielo » o la iglesia de «Con los brazos abiertos»). En otra novela de Robles, La muerte definitiva de Pedro el Largo, el héroe se desdobla en varios personajes dotados de omnisapiencia o de facultad de vuelo, en un afán de escapar al encierro de su limitada condición humana. ( Leer todo el artículo)

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